El significado de izar y arriar la bandera.

Casi todas las civilizaciones antiguas, adoraban al sol, por qué pronto, comprendieron que el astro rey, era el que les daba la vida, a ellos, a los animales, a las plantas y a la tierra toda.

 Sabían, que el hombre, moriría sin el sol.

 De ahí, que todo su fervor supertisioso, les hiciera adorar a quien les daba la vida, a él elevaban sus plegarias y a él trataban de llegar, haciéndole sus ofrendas, a veces cruentas, a veces ingenuas.

Y cuando los hombres, se unieron en grupos, formando nacio-nalidades, adoptaron símbolos que los representaran y elevaban a su dios, ese símbolo, pidiéndole su protección.

 Siglos después, cuando ese sentido supersticioso por las cosas materiales, se transformo en sentido religioso, se creo una conciencia espiritual distinta y el hombre, adoro a dios, como supremo hacedor del hombre y de la vida toda,  aquella costumbre de acercar al sol, el simbolo de la nacionalidad, pidiéndole protección, también se transformo y los hombres todas las mañanas, tratamos de acercar a dios, nuestra bandera, como ofreciéndosela, con cánticos de fe, de esperanza y de alegría, con un palpitar de corazones y un batir de palmas, para que dios, nos de una jornada de paz, de trabajo y de felicidad, luego, cuando el sol cae, allá lejos, sobre el horizonte, cumplido su maravilloso ciclo de vida, arriamos el simbolo de nuestra nacionalidad, agradeciendo a dios, el favor que nos hizo, de su misericordia infinita y de la jornada con pan que nos dio, recogemos nuestra enseña, con un cántico de silencio, de descanso físico y espiritual.

Ahora y siempre, cuando lentamente alejamos del cielo nuestra bandera, debemos recoger nuestras almas en silencio, acercándolas a dios y hacer un examen de conciencia leal, para decirnos si hemos cumplido con nuestro deber…