Parte I
He aprendido a saciarme de palabras
quedo tan lleno que ni pienso en el pan
porque el pan no sacia ni cura el alma
mientras las palabras son paso a la calma
que no borra ni el huracanado viento.
Las palabras son pan intangible pero vivo
como el pan recién horneado de mi abuela
hecho en horno de barro en noche de almas
que sigilosas miraban a través de la ventana
hambrientas por alcanzar el pan humeante.
Humeante con aroma provocativo y suave
como el delicioso manjar del olor a mujer
como la tentación a una boca que extraña
el sabor de la carne de los besos amantes
o el calor de una caricia reconfortante.
Las palabras son semilla del trigo germinado
como el milagro a la hambrienta alborada
el pan que se gesta de palabras que revientan
atraviesan el alba, atraviesan una mirada
y su llegada inspiran los versos de un poema.
Parte II
II
Las palabras cuidan el cuerpo y el alma
viven unidas en un solo sentimiento
haciendo volar la inspiración por el viento
para escribir versos de amor, melancolía
y dolor en noches exiliadas de sufrimiento.
Son alma de una piedra y corazón de leña
sin quemar dan vida a un amor errante
y a las piedras en el andar por cada pena
dan vida al espíritu, poder a la voluntad
sacian al desesperado ser en la soledad.
Divinas palabras nos sustentan día a día
iluminando la mente con pan de sabiduría
curan tristezas que nos embargan el alma
y en el exilio devuelven alegría a la mirada
que llorosa se siente triste y desterrada.
Las palabras son el pan nuestro que salva
la sangre del dolor y las lágrimas del alma
son pan del horno que salen de las entrañas
tiernas letras para el corazón que ama
y bocado a bocado devuelve la confianza.
Parte III
Las palabras logran crear cuentos de hadas
con sentimientos que juegan y vuelan
que el alma corporiza en especial alimento
para entretener, causar arrobamiento y
transcribir divertidos poemas que encantan.
Hablan de una mujer mirando de soslayo
sin decir palabra mientras el perro ladraba
y seguía la tamboreada que no le gustaba
de los amigos que en un bar continuaban
riéndose con el esposo que a casa no llegaba.
Hablan de una niña y la abuela que jugaban
cuando la abuela en su mecedora la peinaba
y entre los vientos de verano le susurraba
canciones para que su alma se aliviara
hasta que la dulce niña dormida se quedara.
Y con picardías llenan las caras de sonrisas
preguntó un poeta ¿las almas se fueron
pero pan no nos trajeron… se lo comieron?
dijo que a esas almas que ni pan le brindaban
no les rezaría porque
Parte IV
Lo más grandioso de la lluvia de palabras…
liberan al corazón con hambre de libertad
alivian el peso constante del ser esclavo
de pasiones que sin querer siempre abraza
entregando paz para no padecer por nada.
Las palabras son lluvia en los días de sed
la confianza plena de andar sin caer
el canto en la noche que alivia el cansancio
la luz que apaga cualquier quebranto
o el lamento secreto que invade un cuerpo.
Aunque hablen de muchos sabores agrios
de amores etéreos que todavía sobreviven
de corazones amordazados con sabor amargo
de quimeras que la vida no se ha llevado
ayudan a la tristeza con alegrías del pasado.
Así las palabras se convierten en el pan diario
llenando las almas de placer al probar bocado
sacando a los corazones solitarios del letargo
o a las ilusiones que sentimientos han creado
o secando los ojos que se tienen nublados.
Parte V
Y aunque las lágrimas no cesen de correr
se sienta que inválidas las palabras no fluyan
que el dolor detiene las horas y se padezca
por el sentir del maldito error de un querer
sin ellas no se aprecia vida ni la existencia.
Es porque pan y palabras son beso y rosas
aroma en una boca, caricia que provoca
llama que enciende el amor en una alcoba
son la calma de las tormentas que apasionan
son bosque, playa, desierto, mar y arena.
Las palabras son arrobamiento que cauteriza
inspiración fortuita que une a los poetas
hacen anclar nuestras almas en un puerto
en playas dulces o saladas que hipnotizan
y sacian la sed de nuestros rebeldes cuerpos.
Por eso los poetas a través de las palabras
estamos unidos en un solo sentimiento
¡que viva el dolor! ¡que viva la nostalgia!
¡que viva la poesía! ¡que viva la inspiración!
¡para seguir escribiendo versos del alma!
Autores:
Nicolás Aguilar Ramírez, Lucila Alvarado, Tres D Azuri, Karelys
Barrios, Johannes Vicente Bejarano Heredia, Pepi Bobis Reinoso, Siete Brisas, Rosa
Luz Castillo Rabines, Claudette V Chirinos (Soy Poesia), Norberto Luis Combi, Hen
Dan, M Eugenia Gálvez Mucientes, Norberto García Yudé, Flori Ibáñez Hernández, Arco
Iris, Juan Mauricio Ochoa Gallego, Angelyna Paladino Custodio, Juan Carlos
Sasieta Estefania, Myriam Segura, Angie Tueros, Pas Vargas,
Compilación y edición:
Claudette V Chirinos (Soy Poesia)
Junio 10, 2011