Pobre loco este loco, que en su locura, vaga por este mundo sin camino prefijado, esta tan loco, que se puede poner por horas, a ver crecer una hoja de un árbol o los pétalos de una rosa morada, o “ver” el canto de un ave, esta tan loco, que en esta loca y cruda época invernal, puede tomar baños de sol, desde que amanece, hasta que este se recuesta lánguidamente sobre el horizonte, tratando de escapar de la mirada de este loco, que lo mira todo el día, como si quisiera estar junto a el. Pero, "El loco", sigue firmemente mirando al cielo, hasta que se asoman las primeras estrellas y la luna, el loco sigue, ¡Ahí¡ Mirando, como si de tanto mirar pudiera convertirse en una de ellas y así viajar juntos, para ver todas las cosas del mundo, que ven, el sol, la luna y las estrellas, pobre loco, este loco, que esta tan loco, que no ve que el loco, no es “él”, sino todos los que lo rodean, ya que no pueden ver, lo que este loco “ve”.
Escrito viendo las frondas moverse, por una leve brisa invernal, al atardecer de un día cualquiera, en la vida de este loco, que trata y trata en vano, olvidar lo que podría haber sido el punto final de su camino en la vida…
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